Historia de la Fuente de las Ranas

Una de las características más llamativas de Sevilla es la belleza de sus fuentes, que tan recurrentes son para poder refrescarse en los días más calurosos. En el famoso Parque de María Luisa encontramos una de las fuentes más bellas de la ciudad, la Fuente de las Ranas.

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domingo, 17 junio, 2012

Se trata de la fuente más antigua del parque; de hecho, data de 1914, fecha en que comenzó a construirse este parque sobre lo que antes eran los Jardines de San Telmo, naciendo con la inauguración del mismo. Está situada entre dos grandes estanques, junto al Jardín de los Leones y a la Isleta de los Patos, y rodeada de una frondosa vegetación (en su mayoría olmos) que le convierte en una de las fuentes mejor situadas de la capital de Andalucía.

Consta de un recinto con forma circular, al que rodean las figuras de ocho ranas (de ahí su nombre) y un pato apoyado sobre una tortuga en el centro del mismo. Las bocas de las ranas y el pico del pato expulsan agua, aunque no siempre están en funcionamiento, constituyendo una de las escenas más bellas del parque.

Construcción original del ceramista Manuel García Montalván, esta fuente lleva años luchando contra el gamberrismo que la ha destruido ya en varias ocasiones. Esto ha obligado a llevar a cabo dos fuertes restauraciones de la misma en los años 1970 y 1922, aunque siempre respetando su diseño y forma. Esta última renovación trajo consigo la instalación de una verja de hierro para protegerla, pero ésta ha desaparecido dejando de nuevo a la fuente a merced de nuevos ataques.

A causa de estas remodelaciones, la autoría de los detalles de la fuente ha cambiado, siendo las ranas construidas por Cerámica Santa Ana, el pato central por Emilio García Ortiz y la restauración de la pila central por Mensaque Rodríguez y Cía.

Sea como sea, la Fuente de las Ranas sigue siendo un icono del Parque de María Luisa y de la ciudad de Sevilla, formando parte de su historia.

Fuente Imagen por González-Alba

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