

Qué ver en Sevilla
La Catedral de Sevilla
Es uno de los lugares que no podemos saltarnos antes de empezar esta ruta. Su construcción data del año 1401, sin embargo, a fecha de hoy, no se han encontrado escritos sobre ella de antes de 1433, por lo que se podría decir que hasta el momento se queda en una incógnita.
Fue construida encima de una mezquita, de la cual únicamente es visible a día de hoy el Patio de los Naranjos y La Giralda.
Está reconocida como una de las catedrales góticas más grandes del mundo además de ser uno de los tres templos católicos más importantes, superado por San Pedro del Vaticano y la Iglesia de San Pablo, situada en Londres.
La Giralda
Es el campanario de la Catedral, que alcanza los más de cien metros de altura. En su época fue datada como la más alta del mundo. Se puede distinguir una parte antigua, la cual es considerada de origen musulmán.
En la actualidad es considerado como uno de los monumentos más importantes de esta ciudad y de toda Andalucía.
Entre algunos datos curiosos encontramos que tiene rampas en vez de escaleras, de este modo daba la posibilidad de poder ser subida a caballo.
Torre del Oro
Su altura oscila los 35 metros de altura, desde donde podemos observar el río Guadalquivir y disfrutar de los bellos paisajes que nos ofrece.
En la antigüedad era utilizada a modo de muralla para impedir el paso y de este modo poder defender el Alcázar.
Su construcción se inició en el año 1220 y no llegó a terminarse hasta finales del siglo XVIII, por Sebastián Van der Borcht, quien incluyó el último cilindro, dando así por finalizada esta bella construcción que a día de hoy aún puede ser admirada.
Estos son sólo algunos de los incontables atractivos con que cuenta Sevilla. Y para ti ¿cuáles son los mejores?